Desde siempre me han dicho que la ovulación ocurre en el día 14 del ciclo y nunca me he cuestionado esa información. Sin embargo, un día una amiga me sorprendió al mencionar que ella ovulaba en el día 25, lo cual me hizo reflexionar sobre mis conocimientos. Nunca antes me habían planteado la pregunta de si estaba ovulando, aparte de mi médico que solo me preguntaba la fecha de mi última menstruación, sin indagar en la fase específica de mi ciclo. Decidí calcular mi ovulación basándome en el día del ciclo, pero me surgieron dudas. ¿Será que siempre ovulamos en el día 14? ¿Es posible que ocurra en el día 14 y luego nuevamente en el día 20? ¿Cómo puedo saberlo?

Debo admitir que esta pregunta me ha intrigado durante mucho tiempo, y a medida que profundizo en el tema, he llegado a comprender que la noción del día 14 como día de la ovulación es en realidad un mito. La ovulación no sigue un patrón fijo, y calcularla basándose en la duración del ciclo no es confiable. Hoy te invito a explorar este fascinante tema: la ovulación.

Cuando hablamos de ovulación, nos referimos a la liberación de uno o varios óvulos desde los ovarios hacia las trompas uterinas, como parte de su recorrido hacia el útero. Antes de la ovulación, los óvulos deben pasar por un proceso de maduración en sacos llamados folículos. Existe una competencia entre múltiples folículos que crecen, pero solo uno o unos pocos serán liberados durante la ovulación.

 

Esta etapa de maduración de los folículos hasta la ovulación se conoce como fase folicular, y es la principal razón de las variaciones en la duración de los ciclos menstruales, que pueden ser de 28, 24, 35 días o más. Cada cuerpo es diferente, y la fase folicular puede ser altamente variable, incluso en personas con ciclos regulares. En resumen, no podemos asumir que la ovulación siempre ocurre en el día 14.

La ovulación se desencadena cuando el cerebro envía una señal, verificando que las condiciones sean adecuadas. Estas condiciones pueden incluir niveles de estrés moderados y reservas energéticas suficientes para un posible embarazo. Si las condiciones no se cumplen, el cerebro retrasa la señal, lo que afecta la fecha de ovulación y, en consecuencia, la menstruación.

 

Cuando se cumplen las condiciones necesarias, el cerebro ordena la ovulación. Aunque en ese momento se pueden liberar uno o varios óvulos, esto solo ocurre una vez durante todo el ciclo. Es decir, solo ovulamos una vez en cada ciclo, y no se repite hasta un nuevo ciclo, que inicia semanas más tarde.

Es importante destacar que no es posible determinar la fecha de ovulación mediante cálculos en el calendario. La observación de los signos de fertilidad y la realización de ecografías son las formas más confiables para conocer los acontecimientos en los ovarios. No te recomiendo confiar únicamente en las aplicaciones de seguimiento menstrual, ya que no pueden saber si el cerebro ha dado la señal de ovulación. Sin embargo, tú puedes aprender a observar y comprender estos cambios en tu propio cuerpo.

Cuando aprendí a interpretar los signos de fertilidad, adquirí un mayor conocimiento sobre mi ovulación, identificando con certeza en qué etapa de mi ciclo me encontraba y comprendiendo mejor mi estado emocional y físico en esos momentos.

Te animo a que te aventures a descubrir más sobre tu propio cuerpo ¡Hasta la próxima!

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